El Celo de Tu Casa Me Devora
Mi Dios y
Mi Todo
ERMITAÑOS FRANCISCANOS DE LA INMACULADA
Toca Aquí
La Inmaculada
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidaded, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!
San Francisco
¡Oh alto y glorioso Dios!
Ilumina las tinieblas de mi corazón, y dame fe recta, esperanza cierta, caridad perfecta y humildad profunda; sentido y conocimiento, Señor, para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.
San Miguel
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra las perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
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San José
¡Oh castísimo esposo de la Virgen María, mi amantísimo protector San José! Todo el que implora tu protección experimenta tu consuelo. Se, pues, Tú mi amparo y mi guía. Pide al Señor por mí; líbrame del pecado, socorreme en las tentaciones y apartame del mal.